La polémica y el misterio siempre ha rodeado al movimiento del black metal noruego. Por naturaleza siempre han llevado al extremo sus ideas plasmándolas sobre el escenario con división de opiniones, pero con una acción de marketing innegable al final. Uno de sus estandartes, Gorgoroth, en su época dorada no dudo en dar a conocer al mundo su show en un directo que seria grabado para la posteridad. Pero que mejor manera de llevarlo a cabo que ir a uno de los núcleos europeos de la cristiandad, como es la bella Polonia que daría como resultado el legendario Black Mass Krakow de 2004.
El ritual de la banda noruega de black metal, Gorgoroth, ha dado comienzo y sus acólitos presencian cada uno de sus movimientos desde la pista moviendo la cabeza y haciendo la señal metalera por excelencia: dedos índice y meñique viendo hacia el cielo, demostrando que Satanás está presente en el recinto para deleitarse con la música y las letras blasfemas de una de las bandas que mejor representan al metal más extremo de Europa. La puesta en escena fue demoledora, una auténtica misa negra con personas desnudas crucificadas, cabezas de cerdo y de cabras por doquier clavadas en picas, cable de espino para adornar el escenario, llamaradas de fuego para dar ese toque infernal, todo bien manchado de sangre, etc.
Por otro lado, el vocalista de aquel entonces, Gaahl, muestra un dominio de escena soberbio: sin necesidad de correr de un lado a otro o entablar largas conversaciones con la audiencia, le basta su presencia y fría mirada para llenar el tablado y captar la atención de la audiencia. Su garganta de hierro, capaz de proferir aullidos que nos hacen pensar en terribles demonios, su físico, su maquillaje y el mensaje blasfemo de Gorgoroth le dan una apariencia impactante.
Al ser televisado por cadena nacional, Polonia entera supo quién era Gorgoroth y su oscuro mensaje en contra de la Iglesia Católica. El evento fue filmado para la posteridad y lanzado al mercado bajo el nombre de Black Mass Krakow 2004.
Polonia tiene leyes severas contra la blasfemia pero por tema contractual el concierto se emite además en directo en la TV pública polaca, evidentemente las autoridades desconocían el ritual que su audiencia iba a contemplar y esto provoco la furia de los organismos católicos a nivel nacional que no dudaron en acusar a la banda de crueldad animal, blasfemia, delitos religiosos y escándalo público, intentando meter a la banda entre rejas. La prensa se hizo eco del alboroto.
Gorgoroth, ya fuera del pais, alegó desconocer las leyes polacas por lo que no hicieron nada intencionado. No contentos por el resultado de la demanda, los denunciaron nuevamente por maltrato animal. Ahora fueron los promotores los que alegaron que compraron las cabezas y sangre a una carnicería local. Shockeados aun por lo acontecido en la ciudad que vio nacer al Papa Juan Pablo II, solo les quedo prohibir la entrada de Gorgoroth al país.
El mal hecho música, sobrevoló la capital cultural polaca, arrasó y se forjó la leyenda. La masa negra nunca olvidará una ceremonia semejante.
Este es un fragmento que de una entrevista al entonces cantante de Gorgoroth, Gaahl, en su domicilio, el material audiovisual no tiene desperdicio, impactante.
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